top of page
Padre
Emmanuel d`Alzon

Nació en Vigan el 30 de Agosto de 1810 de una familia aristocrática que unía al valor la más ardiente fe, este niño estaba predestinado a honrar las cualidades de su linaje caballeresco. Por algún tiempo sueña con la carrera militar, luego se orienta hacia la Magistratura, pero pronto manifiesta a los suyos el deseo de hacerse sacerdote.

En la noche de 14 al 15 de marzo de 1832 abandona la casa paterna y entra en el seminario de Montpellier pero parte en seguida para Roma deseoso de cursas mejor sus estudios y llegar a ser un sacerdote cuyo saber iguale sus virtudes. 



Ordenado en 1834 comienza su apostolado en la diócesis de Nimes donde despliega una actividad asombrosa por la diversidad y multiplicidad de sus manifestaciones: patronatos, obras de toda índole, predicaciones, instrucción religiosa, conferencias etc. En 1835 su obispo Mgr. Chaffoy lo nombra canónigo y vicario general honorario.

Más en enero de 1884 se posesiona en Nimes del Colegio de la Asunción que más adelante llegará a ser suyo y allí, a pesar de las dificultades financieras y de las que se ponían a la enseñanza cristiana, sienta las bases de la pedagogía que dejará a sus colegios y alumnos.

Al terminar la revolución de Paris que destronó a Luis Felipe, obtiene de los poderes públicos el pleno dominio de la casa de la Asunción.



El Colegio de la Asunción fue la cuna de la Congregación con que soñaba el P. d`Alzon para servir a la Iglesia de manera adecuada a las exigencias de la época. Ya estaba maduro para la vida religiosa: en junio de 1844, emite, en el santuario de la Consolata de Turín, el voto de renunciar a cualquier dignidad eclesiástica, voto que practicó rehusando tres veces el episcopado. Rodeado de profesores escogidos, dos de los cuales habían sido convertidos por él y formados según su corazón, en la noche de navidad de 1845, inaugura el Noviciado de la Congregación, con cinco aspirantes. Pero debido a las vacilaciones de Mgr. Cart tendrán que esperar cinco años más antes de emitir los primeros votos públicos. Por ello la Congregación de la Asunción no quedó definitivamente fundada sino el 25 de diciembre de 1850 y por medio de ella el luchador confió su propia lucha a hombres escogidos para perpetuar sus consignas de catolicismo integral, su aspiración para extender el reino de Cristo, su ideal de monje moderno que junte a la acción un pensamiento sólido y una vida litúrgica profunda.



La osadía, la generosidad, la intransigencia que no se confunde con la intolerancia, pero que admite cuanto no contradice a la verdad católica, el entusiasmo, reflejo de la espontaneidad, finalmente la predilección por aquellos sectores de la Iglesia donde se requiere la vanguardia del apostolado y donde no escasean las persecuciones: tales son las virtudes que heredó de él la Congregación​.



Después de los votos perpetuos, emitidos en 1851, la obra se desarrolla en medio de graves dificultades, a la aprobación de Roma no llega sino en 1857.



En 1862, en una audiencia Pio IX, el Papa bendice las obras de la Comunicad en el Oriente, obras que no existen todavía, pero el anhelo del Pontífice precipita su realización. A fines de 1862 el P. Galabert parte para Tracia, y poco después la Asunción invade a Turquía, los Balcanes, Grecia y Rusia, en pleno centro de la ortodoxia.

El 28 de agosto de 1871 funda en las montañas de Saboya el primer alumnado de Notre-Dame des Chateaux, origen de la obra de Nuestra Señora de las Vocaciones.



Poco más adelante inaugura en Paris la Asociación de Nuestra Señora de la Salud para combatir enemigos nuevos en Francia: el liberalismo, el ateísmo y las sociedades secretas. A cuatro ramas puede reducirse esta acción preconizada por el P. d`Alzon: las oraciones públicas, las obras con los obreros, las peregrinaciones y la prensa.
En 1883 aparece “La Croix”, diario católico que lleva la luz a millares de hogares.

De 1874 a 1878 el P. d`Alzon redobla su actividad: sermones, retiros, conferencias, semanas de estudios, presidencia de comités católicos, organización de una Congregación para hombres y otra para mujeres, las Oblatas de la Asunción. Sus discípulos, poco numerosos pero dinámicos, trabajan con un mismo espíritu.

El P. d`Alzon de salud robusta pero quebrantada ya por los trabajos y las enfermedades cae gravemente enfermo a los 70 años. El 21 de noviembre de 1180, fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen, después de recibir la bendición del Papa y rodeado de sus religiosos, muere con la muerte de los justos.

 

Sus discípulos, poco numerosos a la muerte del Padre, llegan hoy a 2.000.

bottom of page